Anna-Bel Carbonell, educadora y madre de familia
Nuestra vida se ha perturbado más de lo que quisiéramos. Esto se ha hecho muy evidente durante las distintas restricciones y confinamientos que esta pandemia global nos ha impuesto.
Dentro del espacio familiar hemos tenido que acompañar, escuchar, amar, animar. Y también contener malos humores, tristezas, duelos y angustias. Al mismo tiempo que continuábamos creciendo en la fe, acompañándola y dejándola fluir.
Continua llegint «La familia, Iglesia doméstica»