Ante la muerte de una persona querida

«La muerte de las personas que tenemos cerca se nos lleva un pedazo de nosotros mismos. La muerte nos rompe. Da igual que sea la muerte de alguien ya mayor que ha podido vivir una larga vida, o la muerte ya tristemente esperada de un enfermo, o la súbita muerte que agrede de repente, sin avisar. Siempre, cuando muere alguien cercano, alguien a quien amamos, perdemos un pedazo de nuestra vida misma…».