No “qué le debo” sinó “muchas gracias”

En nuestro mundo todo tiene un precio. La cultura popular ha plasmado este convencimiento en muchos dichos: «nadie da duros a cuatro pesetas»; «a la larga todo se paga»… Los pequeños ya crecen sabiendo que para cualquier servicio que los padres les piden tienen la «paga». Hemos terminado poniendo precio a las personas, el arte, al «amor», al deporte… La gente da por sentado que el que hace algún servicio en una institución solidaria es porque saca algo de ello. Muchos jóvenes escogen la profesión en función de las ganancias previstas; un medicamento es más eficaz según el precio… Y podemos alargar la lista. Aunque sea por educación, a aquel que nos echa una mano en un momento de dificultad, le tendremos que preguntar: «¿Qué le debo?»…

Devolver a Jesús a los pobres, de Oriol Xirinachs

Devolver a Jesús a los pobres
Devolver a Jesús a los pobres