¿Monitors de televisió a l’església?

Emili Marlés Romeu, mossèn de la parròquia de Sant Pere d’Octavià de Sant Cugat del Vallès.

La parroquia San Pedro Octaviano de Sant Cugat del Vallès La parròquia de Sant Pere d’Octavià de Sant Cugat del Vallès (més coneguda com el Monestir) és una joia de la transició del romànic al gòtic català. Té una nau central molt àmplia i diàfana, però la visibilitat de les naus laterals és molt dolenta: en molt pocs punts pots veure alguna part del presbiteri. La gran afluència de feligresos a les misses (és una parròquia amb 72.000 habitants) fa que molts d’ells només la puguin escoltar. Mn. Blai Blanquer va idear la instal·lació de 5 pantalles de 55 polzades que s’integren molt bé amb les columnes i que permeten que aquests feligresos puguin seguir, molt millor, les celebracions.

Experiencia en confinamiento por la pandemia

Durante los meses de confinamiento empezamos a retransmitir la misa de cada día a través de nuestro canal de YouTube y a través de Televisión de Sant Cugat. Esto nos ayudó a perfeccionar nuestra manera de retransmitir la Eucaristía. En primer lugar cambiamos la altura de la cámara. No ha de estar demasiado alta, ya que entonces da una imagen parecida a la de las cámaras de vigilancia de los supermercados ofreciendo una visión distante de lo que ocurre en el presbiterio. Compramos dos cámaras PTZ (que permiten ser controladas a distancia) y las pusimos a la altura de los ojos del presbítero y de los ministros. Inicialmente solo teníamos un plano estático durante toda la misa, pero las nuevas cámaras nos permiten enfocar el lugar donde se está produciendo la acción: el ambón durante las lecturas, la sede en la homilía y el altar durante la plegaria eucarística. Esto nos ayuda a vivir más de cerca la Eucaristía.

Después pusimos dos nuevos monitores en el presbiterio. Son móviles, de manera que cuando no se usan los podemos poner en un lugar muy disimulado. Los usamos para proyectar la letra de los cantos en algunas misas (ahora que no se pueden usar los cantorales) y alguna imagen para ilustrar la homilía en la misa de los niños.

Una ayuda para vivir mejor la celebración

Las pantallas van muy bien cuando hacemos la formación de adultos en la iglesia, ya que podemos mostrar imágenes y PowerPoints para ilustrar nuestras explicaciones. Incluso nos permite emitir la conferencia en directo, y esto hace que se multipliquen las personas que la ven, ya sea en directo o posteriormente (algunas tienen más de 4.000 visualizaciones).

Finalmente, este año hemos utilizado las pantallas para poder realizar el viacrucis: este año de pandemia no podíamos celebrarlo como los otros años e ideamos un recorrido «estático». No nos podemos mover por la iglesia, pero proyectamos unas imágenes de cada estación realizadas por Marko I. Rupnik, haciendo que nuestra plegaria sea más contemplativa. También proyectamos el canto entre estación y estación.

Creo que el uso de pantallas en la iglesia por falta de visión queda muy justificado, ya que pueden ser una ayuda para vivir mejor la celebración. Es muy importante que queden bien integradas en la arquitectura del templo y que pasen lo más desapercibidas posible. Su uso en la liturgia ha de ser muy discreto y solo cuando sea imprescindible. También es necesario que las imágenes proyectadas se armonicen estéticamente con la iglesia.