¿Cuáles son los ministerios laicales?

Los ministerios laicales recuperan su importancia radical en la Iglésia.

Paula Depalma, doctora en teologia y profesora.

La vida cristiana bien podría definirse como variopinta, colorida y fecunda tanto en el ámbito intra eclesial como en el campo más secular. Más allá de esta actividad incalculable, el Código de Derecho Canónico (CIC) establece explícitamente algunos derechos y obligaciones de los laicos y especifica varios ministerios que estos han de desarrollar. Junto a esta determinación canónica, la vida de las comunidades también ha ido gestando diferentes servicios que actualmente se están realizando.

Algunos ministerios litúrgicos instituidos

Según el CIC tenemos tres grandes distinciones en relación a los servicios y ministerios litúrgicos que son:

  • Los ministerios ordenados: Se trata de obispos, sacerdotes y diáconos que presiden y moderan la acción litúrgica. Este es el ámbito definido para los clérigos. El rito que lo establece es la ordenación.
  • Los ministerios instituidos de modo estable: Son los lectores y acólitos. Mediante un rito, este ministerio está previsto para laicos y laicas y pretende darles estabilidad y visibilidad dentro de la comunidad.
  • Los servicios y ministerios no instituidos: Se desempeñan de forma estable u ocasional y la concreción es diferente en cada diócesis. Los candidatos deben cumplir los requisitos establecidos por la diócesis.

Muchas funciones y tareas como cristianos

Entre las muchas tareas que se señalan en el CIC 227 y 228 encontramos la del apostolado, la de las transformaciones en el campo secular, los oficios eclesiásticos y la enseñanza. Se trata de un apostolado individual o asociado que incluye entre las funciones el perfeccionamiento del orden temporal a través de ejercicio participativo de la ciudadanía y de las funciones familiares, los oficios eclesiásticos, las funciones como peritos y consejeros y la tarea de proclamar, conocer y enseñar la doctrina cristiana.

Ministerios no instituidos o de colaboración

Junto a esta descripción del CIC, en muchas comunidades y diócesis se están desarrollando diferentes ministerios y servicios que muchas veces se agrupan en tres ámbitos:

  • El campo secular: se incluyen ministerios como el de animador del compromiso secular y el de pastoral de la familia.
  • El ámbito de la acción litúrgica: se encuentran los dos ministerios instituidos del acólito y lector, y los no instituidos que pueden ser animador de la celebración o ministerio extraordinario de la comunión, que son los más extendidos, junto a los otros que hemos señalado que describe el CIC.
  • El ámbito de la acción profética: los más desarrollados son la «lectura creyente» de la Palabra de Dios, la catequesis, la acción caritativo-social, el ministerio laical en el servicio a los pobres, el servicio a los enfermos, entre otros.

Hacia una Iglesia ministerial

Los ministerios laicales, en este tiempo en que la Iglesia se comprende a sí misma desde modelos y categorías transformadas por el Concilio Vaticano II, recuperan su importancia radical. Una Iglesia en la que los laicos ya participan de modo adulto tanto en la toma de decisiones como en las diferentes acciones de la Iglesia ha llevado a una revisión de la comprensión y la representatividad de sus miembros en los distintos ministerios. Esta revisión, junto con una profundización en los modelos de Iglesia sinodal, trae muchos desafíos a la praxis, a la reflexión y a la configuración de los ministerios en manos de los creyentes.