Lluc Aragón: «He aprendido mucho sobre Jesús y sus valores»

Cuando preparábamos este número y pensábamos a qué personas sería interesante entrevistar, decidimos que lo mejor sería dirigirnos a un niño. Porque aunque todavía no tuviera muy formuladas o reflexionadas las cosas, sí que podría ser un soplo de aire fresco, tal vez políticamente incorrecto a veces, como la vida. Por eso hemos ido al encuentro de Lluc, que tienen once años y es un niño de una familia creyente, que va a un colegio laico, que ha sido bautizado, ha hecho la primera comunión y se está preparando para la confirmación… Que participa en el centro de educación en el tiempo libre de la parroquia… y que ha visto como este año todo ello se veía muy condicionado por la Covid.

Nos encontramos en el local del Centro parroquial (en el barrio de La Sagrera de Barcelona), porque es un lugar amplio y ventilado, más adecuado que no su domicilio. Pero todo ello resulta un poco desangelado, porque, como es normal, estas paredes que normalmente bullen de actividad infantil y juvenil, ahora solo respiran vacío.

Una familia creyente

Lluc, cuéntanos quien eres

Me llamo Lluc. Vivo con mi abuela, mi padre, mi madre y con mi hermano menor. En mi familia todos son creyentes. Mi madre es joyera, hace joyas, y mi padre trabaja en una asociación que ayuda a las asociaciones. Voy a un colegio del barrio, que tiene un proyecto distinto al de otros colegios.

¿Qué cosas te gusta hacer?

Me gusta sobre todo la escalada, estar con mis amigos y los videojuegos. También hago piscina y voy al centro de educación en el tiempo libre La Sagrera. Empecé a hacer catequesis de confirmación, pero este año solo hemos podido hacer un trimestre. Los estudios, en cambio, no me gustan mucho.

¿Has sido bautizado?

Sí, cuando era muy pequeño. Tenía tres o seis meses. Mi hermano también está bautizado.

Así pues, eso de venir por la iglesia, te viene de lejos…

Ahora no venimos mucho. Siempre venimos a la misa familiar por Navidad. Y también por Pascua. Y cuando hice la primera comunión y cuando la han hecho mis primos. De vez en cuando venimos también los domingos.

Tus padres pertenecen a un movimiento cristiano. ¿Tú has ido alguna vez?

Sí. Voy cuando celebran Navidad y también por Semana Santa, que celebramos la Pascua con muchas otras familias. Siempre da un poco de pereza, pero cuando ya estoy allí estoy contento de conocer gente nueva y encontrar a los amigos de cada año. Pero me gustan más los monitores que encuentro en el centro de educación en el tiempo libre y las actividades que allí hacemos.

¿Crees que el centro de educación en el tiempo libre también es cristiano?

Sí, cuando vamos de colonias viene Jaume, el sacerdote, y hacemos la Eucaristía del domingo. También bendecimos la mesa y damos gracias. Por Navidad hacemos una gincana y un pica-pica. Pero este año me parece que no lo podremos hacer.

La catequesis

¿Cómo te va la catequesis?

Yo de muy pequeño ya tenía claro que quería hacer la comunión, porque mi primo la hizo y me encantó. Quería hacer catequesis como él. Ya no me acuerdo mucho, pero estoy contento de haberla hecho. Después mis padres me apuntaron a confirmación sin decírmelo antes. Al principio dije que no, pero después me encantó. Pero solo hemos hecho un trimestre.

¿Cómo te ha ido el confinamiento?

Este tiempo de estar encerrados en casa hicimos algunas videoconferencias con otras familias de ACO (Acción Católica Obrera, el movimiento al que pertenecen mis padres) e hicimos algunas actividades que nos enviaban por el drive. Fue divertido porque había niños y nos lo pasamos bien. Todo estaba un poco adaptado. En este grupo los niños nos conocemos, y algunos incluso somos familia. Y esto hace que nos lo pasemos bien.

¿Qué te parece que has aprendido con todo esto de la Iglesia, de la primera comunión, de acompañar a tus padres por Navidad y por Semana Santa?

He aprendido muchas cosas, tanto cosas sobre Jesús como algunos valores que he aprendido. Jesús enseñó muchos valores a la gente, como compartir. Y rompió límites. Hizo cosas que la gente nunca había hecho.

Te parece que lo que habláis o lo que te explican te sirve para estar con los amigos, en casa…

Con los amigos no me sirve, en el cole no hay religión ni nada, nadie más de la clase es creyente menos yo que soy cristiano y un niño que es musulmán. En el colegio nunca hablamos de religión.

¿Has aprendido oraciones?

He aprendido el padrenuestro, pero ya no lo recuerdo mucho, ahora que no hago catequesis…

¿Qué es lo que más te ha gustado de todas estas cosas que has hecho en catequesis?

Lo que más me ha gustado es que hemos hecho muchas cosas. A veces vamos a la capilla, o cantamos. Todas las cosas me han gustado mucho.

El tiempo libre

Y del centro de educación en el tiempo libre, ¿qué dirías?

Hacemos muchas cosas. Las gincanas es lo que más me gusta. Ahora no se pueden hacer. También había como un teatrillo que hacían los monitores presentando personajes y cada año iba sobre un tema durante todo el curso. Echaban confeti
y era divertido.

Decías que te gustaban mucho los videojuegos. ¿Qué opinas?

Me gustan pero no puedo jugar mucho. El fin de semana, mis padres me dejan jugar con ellos. Los videojuegos no sirven para nada. Sirven para pasar un buen rato. También son un poco un estímulo. La tecnología me gusta mucho. Me gustaría ser informático. Tengo un abuelo que me ha enseñado muchas cosas y muchas aplicaciones de tecnología. Me gusta hacer tablas de excel.

Para tus padres eso de Jesús es muy importante. ¿Se les nota?

Sí, yo lo noto por los comentarios que hacen. Pero mi hermano pequeño (seis años) les hace el boicot por eso.

Muchas gracias, Lluc, por todo lo que nos has explicado…

Ufff, os he explicado mi vida entera…

Vida creyente y militante

No, creemos que no. Mientras vamos recogiendo, comentamos con María, catequista de Lluc que nos ha acompañado todo el rato, que muchas de las actividades que se hacen en el centro de educación en el tiempo libre también son explícitamente cristianas, pero que no siempre son percibidas así por los niños, como lo es también la vida creyente y militante de sus padres. Transmitir la fe como compromiso evangelizador no es fácil, si se quiere ir más allá de un simple ritualismo. La entrevista, como veis muy sencillita, ha puesto sobre la mesa también la necesidad de contactar con dos pasiones de Lluc: la escalada y los videojuegos, para evitar que la catequesis se convierta en un espacio compartimentado o poco estimulante.

Es un reto educativo difícil. También nos hemos percatado que Lluc habla con extraordinaria precisión de aspectos tecnológicos y con más facilidad que cuando explica qué hacen en la catequesis. Se nota mucho que es un «nativo digital» y se nota mucho, por supuesto, que a Lluc como a cualquiera de nosotros nos cuesta mucho más explicar quién es Jesús a partir de la propia experiencia.

Fe y colegio

Da que pensar también el equilibrio: es difícil vivir la fe en el colegio, no tanto porque sea una escuela laica, sino porque en este ambiente son muy pocos los niños que viven con naturalidad la dimensión religiosa, a la que cuesta enmarcar dentro de la vida cotidiana. Una situación que da que pensar de cara a la evangelización.

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